LOS HOMBRES DE MI VIDA


.

Tengo mucha curiosidad por saber que contestarían Paz, Marianne o Julia, si les preguntaran cuantos hombres de mi vida he encontrado a lo largo de la misma. Si yo tuviera que responder sobre ellas diría 1, 1, 1; y si respondiera sobre mí, serían 3.

En su caso, los unos son señores hilos; largas o intensas relaciones que tuvieron o tienen vistas a un futuro, de ahí que pueda aplicarse la expresión "es el hombre de mi vida" como el hombre con el que quiero pasar el resto de mi vida.

En mi caso, ni uno, ni dos, ni tres, son más que hilos fugaces que me arrancaron la expresión "es el hombre de mi vida" con la misma frivolidad que le digo "mira tu novio" a una amiga cuando pasa un feo. Ni creo en los flechazos, ni en el romanticismo (como chorrada sentimental, en el movimiento artístico tengo fe ciega), así que debe de ser cuestión de dramatismo.

Uno, era irlandés, rubio y mayor. Paseaba en su bicicleta cuando le pregunté una dirección. Tras una conversación absurda se marchó mientras le contemplaba pedalear. Tras salir de mi trance de 5 minutos, corrí en la dirección por la que se había ido con las esperanza de no darle alcance.

Dos, era el maderiense que quería cambiar el mundo. Su ex era tan escorpio como él y como yo. Tras compartir cervezas, risas y opiniones sobre la revolución se marchó a Londres sin despedirse.

Y tres, es un pirata. Con pelo largo, con parche en el ojo, con cara de bueno. Una en cada en puerto, un baile, un beso, un vuelo y si te he visto no me acuerdo. 

Lo curioso es que en todos los casos mi inseguridad crónica no me impidió asegurar que la conexión no estaba solo en mi cabeza: uno me miraba fijamente a los ojos, dos me agarraba la mano y tres se llevó mi sonrisa en su beso.

Extranjeros, se fueron como aparecieron, y me vieron más fea que nunca (carne de cañón para un "mira tu novia"); si me fío de las pautas, no volveré a ver al pirata; si me fío de mi madre, todo pasa por una razón.

  1. hay que romper la pauta. nos vamos.

Publicar un comentario