Soltera y entera

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Superadas las coñas publicitarias que supone responder a cada comentario con un loquendótico 'eso es mentira', cogen y me presentan a un romano cabreado que clasifica mi vida en aciertos y errores. Y, puede que irte de safari en un descapotable no sea lo más acertado que harás en tu vida pero... hay cosas peores. Como aparcar de oído o cagarla y recagarla en una primera cita. Por primera vez puedo decir con total impunidad que aquella no fui yo gracias a que últimamente estoy desarrollando una capacidad diplomática -acorde con mi nueva y mejorada sociabilidad- que pugna por mantenerme alejada de mis instintos autodestructivos. Puedo prometer y prometo que mi comportamiento fue impecable no así el de mi partenaire.

Pero ¿por qué complicarlo cuando podemos reducir la realidad al absolutismo de los 'do' y los 'don't' de los anglosajones y las fashionistas, a los 'porque sí' 'porque no' de una madre o al acierto/error de la probabilidad y la Roma del pulgar?
1. ¿Pedir una cita a un clon de tu ex? ¡Error!
2. ¿Acudir a la cita cuando en realidad no quieres acudir a la cita? ¡Error!
3. ¿Centrar tu mirada en un defecto evidente del rostro de tu cita? ¡Error!
4. ¿Enumerar mentalmente sus defectos o errores al más puro estilo 'Tabú'/'Operación'?Meeec. ¡Error!
5. ¿Pedir sopa a tu cita con 30º a la sombra? ¡Error!
6. ¿Continuar por el único plato que detesta? ¡Error!
7. ¿Hablar sobre tu exnovia? ¡Error!
8. ¿Nombrarla por su diminutivo? ¡Error!
9. ¿Ofrecerte a pagar lo de tu pareja feminista? ¡Error!
10. ¿Intentar terminar las frases de alguien que no conoces? ¡Error!
11. ¿Irte sin cerrar con un beso? ¡Error!
12. ¿Enviar un mensaje transcurridos unos minutos después de la cita? ¡Acierto!



Como dice mi amiga Marianne " ay, qué difícil es el apareamiento señor!"  y voy a tener que darle la razón...

Del título podría deducirse que me voy de vacaciones o que vuelvo de ellas....pero no. Lo primero porque yo no tengo de eso y lo segundo... bueno, no tengo excusa, mi ausencia se debe única y exclusivamente a mi desidia. Podría decir que no he tenido tiempo porque mi trabajo me absorbe 18 horas diarias pero lo cierto es que he sí lo he tenido para verme enterita la primera temporada de Girls. Un serie que combina lo mejor de Sexo en Nueva York y Californication, es decir, las historias de y para chicas, la obscenidad bien entendida y un guión sublime. Pero lo mejor, lo mejor, lo mejor es, sin duda, Shoshanna... uno de los mejores personajes de los que he tenido el placer de enamorarme en los últimos tiempos y de la que he aprendido:

1.Que había más que decir sobre el típico personaje judío.
2. Que las cejotas imprimen carácter.
3. Que la diarrea verbal está infravalorada.
4.Que he desarrollado una enfermedad que me hace sentirme inevitablemente identificada con el personaje más patán.
Y esa es ella: la judía con cejotas más rara que un perro verde y que habla como si se hubiese comido un velocirraptor. De ella también he aprendido que existe un concurso real o ficticio en el que un soltero debe elegir entre varias chicas. Hasta ahí podría ser I love Escassi salvo por la peculiaridad de que en este cada chica viaja con tres maletas -una grande, una mediana y una pequeña- cada una de las cuales esconde en su interior un secreto en concordancia con su tamaño.

Shoshanna: "Mi maleta pequeña sería mi síndrome de cólon irritable, mi maleta mediana que no me gusta mi abuela y mi maleta grande que soy virgen."

Hannah: "La pequeña sería que no sirvo para los trabajos pagados, la mediana mi obsesión con los cupcakes (acabo de comprarme cuatro y comerme uno en tu baño) y la grande que tengo el virus del papiloma humano."

Y yo, Lola, me imagino que no necesitaría tener una porque en cuanto encuentro una persona que me gusta siento la necesidad de escupir todos mis defectos uno a uno...

Todo empezó en nuestra "tierna" e "inocente" adolescencia. Estábamos en un parque durante unas fiestas populares de botellón, cuando me agencié una botella de vodka. Así que mi amiga Anne, ni corta ni perezosa, se adentró entre el gentío en busca de mezcla. Al cabo de un rato volvió con una sonrisa de oreja a oreja, una botella de dos litros de limón, vasos y una bolsa de hielos... ¿Milagro? Eso pensé yo, pero rápidamente me aclaró que sólo había tenido que darle un beso a un tipo para conseguirlo. No es que la juzgara pero la interrogación era inevitable....¿¿¿¿¿¿Cómorrrrr??????

Se cumplen 100 años del nacimiento  del fotógrafo Robert Doisneau y , al contrario de lo que se creyó en un principio, su famoso 'beso' no era espontáneo.

Años más tarde, en la "madurez" de nuestra juventud, una "amiga" se encontró en la sorprendentemente habitual situación de no tener forma de volver a casa. Por aquel entonces no debía tener la soltura que ha desarrollado ahora con el dinero de plástico y accedió a subirse al coche con unos desconocidos que prometieron llevarla a casa. La cosa podría haber acabado en una cuneta pero terminó con un tipo feo colgado de sus morros.

Así que cuando hace unos días el amigo de un amigo de una amiga se ofreció a llevar a esa "amiga" a casa en mitad de la madrugada tras pasar antes por su casa, a dos metros del bar, parar a por gasolina y recorrer 15 km, cruzó hasta los dedos de los pies para que no intentara nada porque se hubiese visto obligada a corresponderle.

La besostituta cuando besa es que besa de mentira.

No me miréis así, por desagradable que parezca esa presión existe y es la misma que cuando no te atreves a dar un número falso al tipo ese, cuando te apuntas a la ONG de turno en la estación de metro o cuando en ves de 'Paso' dices 'Venga, va' a un mañanero de resaca.

Si Adriana Lima puede pedir conocer al Dalai Lama ¿por qué yo no puedo pedir conocer a alguien que merezca mínimamente la pena? Claaaro, el sempiterno 'no te toca'. Pues no me tocó hace años cuando llevaba otros tantos a dos velas y me sigue sin tocar ahora que colecciono cirios pascuales. ¿Por qué siempre es el turno de Mengana, amasadora de hilos o de Fulana que siempre fue un poco suelta? No es justo.

Y no hablo de un erasmus-italiano-llamado-Antonio cualquiera que trate de rodearme la cintura mientras me saluda por primera vez en su vida o de un Larry-neoyorquino-de-50 años-casado-con-Susana-de-Guadalajara que trague toneladas de saliva cuando le digo que tengo 16 años (¡¡y se lo cree!!). Hablo de alguien.

Lo dicho. Si Adriana Lima puede pedir conocer al Dalai Lama, yo me puedo pedir lo que me de la gana. ¿Qué pasa que cómo está buena puede pedir lo que sea? Bueno, pues yo empiezo por pedir algo de buenorridad que está muy mal repartida y se ve que con eso se llega a todas partes. Y de segundo, tiempo. Para aporrear teclas para mis dos lectores contados o para tirarme a la bartola. (interprétese como se quiera) De postre, viajar. Y como yo siempre he sido de digestivos, cambio el licor de café habitual por fuerza para mis arpías que, ya que acabamos el año adentrándonos en la boca del lobo, podamos ver la luz con nuevo ganado. No se quién nos cargó las copas con 'fenómeno EX' o quién nos imantó los abrigos al pasado pero... basta ya de tanta tontería.