CUATRO MÁS UNA


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Hoy me he levantado en mitad de la noche buscando cuatro Sabios a mis pies. Efectivamente no estaban ahí, ni ellos, ni las literas, ni el frío. Solo mis anginas, mi edredón y yo.

¿Cómo te tratan los muchachos? ¿Cómo lo estáis pasando? ¿Mucho desparrame?
Las Arpías están ávidas de información pero haciendo recuento de acontecimientos, he llegado a la conclusión de que sólo guardo recuerdos anacrónicos.
En mi cabeza hay saltos en el tiempo, ristras de nombres de coffees, nebulosas de humo, y un eco detrás de la oreja derecha que espero que sea fruto de la enfermedad y no de los efectos de la Escapada en mi cerebro.

Cuatro eran los mosqueperros, cuatro eran los trotamúsicos y cuatro mis acompañantes...que son también cuatro animales, capaces de devorar cualquier cosa a cualquier hora del día. Tanto es así que el mapa de Amsterdam se dibujaba en torno al Favorite. Ni canales, ni calles principales, ni putis: nos guiábamos por el pollo frito.


Como buenas abuelas, las noches se sucedieron en la habitación del hostal, donde la mugre se abría paso por nuestra moqueta a velocidades apabullantes, para gozo del que cumplía el turno del colchón del suelo -sorteo del que me vi milagrosamente exenta. Para amenizar nuestras veladas, frites de madrugada, naipes de macizas, y Lord Questington...
¿De qué va el juego?
No puedes contestar ninguna pregunta al question master.
Pues bebes


Si algo he aprendido durante el viaje es que la orangina es lo mejor para los desmayos, que tampoco ronco tan fuerte y que los tíos, ya sea hablando de pollos o de chicas, se dividen en ¿muslo o pechuga?
¿Yo? vergaburger del Favorite, natuurlijk.



UNA SERIE DE CATASTRÓFICAS DESDICHAS


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Te levantas una mañana con la luz del día, que no debería estar ahí. 
Mierda! El despertador no ha sonado. Te lanzas dentro de la primera camiseta que ves. Te lavas los dientes y observas con impotencia la indeleble mancha blanca sobre tu camiseta negra, pero no hay tiempo para cambiarse, ya fingirás que no sabías que estaba ahí cuando alguien pregunte. Te abrasas la lengua con el único sorbo de té que te da tiempo a dar.


 Sales a la calle y está lloviendo.Temes por tu pelo que no debe ser mojado o se convierte en un gremlin, pero a medida que avanzas por la calle te das cuenta de que deberías haber temido por tus deportivas donde tus tres pares de calcetines chapotean la mar de a gusto. 

Ves el autobús arrancar y el cruel conductor, no contento con dejarte maldiciendo bajo la lluvia, te arroja un tsunami de agua negra. Genial, puede que ese barro radioactivo consiga borrar la mancha de pasta de dientes. No, parece que no, sigue ahí, impertérrita. 


En lo que esperas al siguiente autobús preguntándote por qué no te sacarías el carnet cuando tenías 18 años, confías en que tu ropa interior se mantenga seca.
En el largo trayecto rezas porque hoy sea uno de esos días extraordinarios en que los funcionarios se hayan levantado con buen pie.

Llegas a tu destino y descubres cómo puede empeorar tu día en un mismo marco espacio-temporal. Recorres durante 3 horas un edificio de 7 plantas subiendo y bajando escaleras en busca de formulario 131 y la forma amarilla. Después de jugar a Astérix con la burocracia, consigues tu objetivo: un papel sellado.
Respiras de alivio y vuelves al hogar, deseando amputarte tus gélidos pies que empiezan a desobedecer tus órdenes.

En el camino de vuelta, te encuentras con un gato blanco que corre agresivamente hacia a ti, profieres insultos e inicias una carrera histérica. Puedes oír como se acerca. Muerta de miedo ante las inminente garras de una bola de pelo, te giras para constatar que finalmente la bolsa -sí, he dicho bolsa- te ha alcanzado. Ignoras la mirada ojiplática de tu vecino mientras mesas tus cabellos gremlin como si nada hubiera ocurrido. ¿Me habrán subido las dioptrías? 

Llegas a casa, miras el calendario y te das cuenta de que has olvidado felicitar el UUUAAAIIIYYAAA a tu amiga Marianne, con la que celebras un aniversario ficticio el 14 de febrero.

Para convertir tu día en algo productivo te dispones a liberar tu escritorio de la ropa que lo ha vuelto invisible y...BUM, por quinta vez consecutiva en lo que va de semana has olvidado que tu techo tiene pendiente y has añadido un nuevo chichón a la colección.

Le cuentas a alguien tu día y mientras se descojona de tu infortunio trata de consolarte con un: Míralo por el lado positivo, hoy no te ha cagado ningún pájaro, podría haber sido peor...Y piensas: Grfrgñgrfr claro que podría haber sido peor, todos mis seres queridos podrían haber sido arrastrados por un tornado hacia las fauces de Godzilla pero, también podría haber sido mejor!

Por fin llega la noche y puedes meterte en la cama, pensando que mañana sea otro día. (Y tanto, mañana a estas horas estaré volando a Amterdam)

¿Soy sólo yo, o hay gente con mala suerte?

Lo mismo es como cuando juegas a "Cosas que le pasan a todo el mundo pero que nadie cuenta" y acabas un minuto sin amigos:
- Fingir que el pedo proviene de otro culo.
- Caerte en público, fracturarte todos los huesos de la pierna, levantarte dignamente y responder: Que va, no me he hecho nada
- Hacer que escuchas a alguien mientras piensas cuantísimo te meas.
- Darte cuenta de que vas en la dirección equivocada y girarte 180º en medio de la calle.
- Justificar por qué llevas las ropa del día anterior como si fuera un hecho extraordinario cuando generalmente sueles repetir sólo que con gente distinta.
- Contestar el saludo de alguien que no te hablaba a ti y fingir que mirabas a alguien detrás suyo.
- Dormirte en el metro y despertarte con tu propio ronquido.
- Empecinarte en defender algo aunque sepas que te has equivocado.
- Escupir mientras hablas y observar el resultado en el pelo/ropa del interlocutor.
- Mear y que se te caiga la Game Boy al váter. 

-... Minuto sin amigos...

MALUCAS EM MADEIRA (III parte)


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Como soy una rebelde y ya son dos los lectores que me hacen llegar su desinterés por Madeira. Prosigo (¡y acabo!).


Tarde siguiente.
Una borracha putilla arrepentida.
Nos vamos a fumar con mi maderiense londrino. (El chico al que le gustó mi parche de pirata/ojo morado de mujer maltratada el día de carnaval). Pagan cervejas, lian charros y gran gran conversación. 

Él (Fabio) y sus amigos Milton y Pedro resultan ser unos idealistas de lo más graciosos.  Quieren abrir una radio y comenzar una Révolution! 
Le miro, le toco, su ex era escorpio. 
Las 6 de la mañana. Se va en dos días de vuelta a Londres. Despedida y promesa de cena al día siguiente.

Llega mañana. 
Fabio no puede quedar. Insistimos. Nada. Le mando un mensaje de despedida e insinuación.
Llamamos a Marta. Ella y sus amigos están celebrando la noche hippie en el amazonia. Allá que vamos, después de la parada obligatoria en el Old Bar.
Unos bailes. Nuevos amigos de marta. Recuento: Marta, Lia, Erika, Pascual (rollito de lia) y Magno.
De aquí para allá, Deo haciendo amigos, yo a mi bola esquivando las miradas de Magno. Se me acerca un chico: "jajaja nadie te habla eh?" Hacemos un porté y se va. 

Magno se acerca...¡merde!
Lia pide permiso para ficar con Pascual en nuestro motel. Adiós a mi llave.
Mientras? Deo, Tiago, Magno y yo a las Vespas. (malditas vespas)

Deo a sociabilizar que es lo suyo, Tiago desaparece y Magno me mira. 
Bailo compulsivamente y con los ojos cerrados para no tener que devolverle la mirada, finalmente decide verbalizar sus pensamientos: "¿te molesta que te mire? Llevo intentando captar tu atención toda la noche."
Respuesta confusa: me quiero ir a casa, tengo sueño, dónde está Deo, no tengo llave de mi casa y encima está ocupada.
Deo no aparece, yo fuera sola con el tiratejos, sin llave, CRISIS
Se me acaban las excusas, se me acerca, me va a besar, preparo la cobra, llega Deo. Fiuu. 



Al día siguiente nos vamos al monte (que en portugués viene a ser como ir al huerto). Bonitas vistas. Deo conversa sin parar, yo guardo silencio, el tipo llamado Carlos Magno me incomoda (Magno de segundo nombre, no de apellido)
Planeamos cena en casa. Magno, Tiago, Deo y yo, bebiendo kalimotxo y tocando la guitarra. Hasta las tantas. Nos vamos a un bar, warm up, y jugamos a las cartas a la luz de las velas, y a ritmo de nirvana.
Volvemos para casa, se quedan a dormir.
¿QUE?
Noche perturbadora, 4 en dos camas, entre la consciencia y el sueño he de soportar las insinuaciones de Charlemagne.
Se hace de día, salgo de mi prisión, llamo a mis compañeras de piso, se parten el culo: ¡Eres una pringada. Aprende a decir que no y déjanos ver Lost!
Tiago se va, Magno se queda. Sorprendo a Deo y Magno hablando de mi. ¡Puf, lo que me faltaba!.
Magno se ofrece de guía, vamos a su coche, recogemos a Lia y nos vamos a unos acantilados increíbles!!!!!!!!!!!!! Dejamos a Lia, nos reunimos con Tiago y nos vamos a cenar.
Acabamos en el warm up, todos desaparecen y Magno decide verbalizar sus pensamientos: 
(Literalmente)
-has notado ya que te encuentro atractiva?? 
Digo: eeee y pienso ¿qué tipo de frase es esa?
- Y? 
Digo: eeee y pienso ¿y qué capullo? ¿y no has notado que yo trato de desvincularme educadamente?
- Estás interasada? 
Digo: eeee no!? (bien! he pronunciado un "no"!!!) y pienso ¡las cazas al vuelo, eh?! 
- Ah...es porque soy feo o porque tienes novio? 
- Supongo que tengo que decir que tengo novio...  [a no ser que prefieras que te llame feo]
El pobre sufre la bofetada, yo me libero. 
Vamos para casa. Sólo nos queda un día.
Charro, té y a la cama.


Amanecemos pronto para hacer cosas y nos encontramos con que tenemos que dejar la habitacion...aaaagh!! Limpiamos, recogemos, nos duchamos y vamos a cargar el teléfono. Llamamos a Tiago, en casa del cual íbamos a cenar esa noche: -podemos dejar las cosas en su casa? -claro! Viene a buscarnos.
Tarde de peli, turismo y vino.
Sus amigos se van rajando uno a uno y no hay noticias de Magno (fiuu), Lia o Erika.

Hacemos la comida, el cocinero no pilota mucho, se corta con un vaso y monta la de dios..pretende llamar al 112, Deo y yo controlamos la situación. Me ofrezco a coserle con hilo y aguja. Finalmente huye a la farmacia (¿?¿?) le dan puntos de papel y betadine. Deo y yo procedemos a la cura... ¡hombres!
Nos sentamos a cenar con Luis y Sandra que tienen un grupo. Después llegan las vecinas: dos hermanas muy majas, Bruna y Nidia. Nos vamos a ¿un karaoke?
Tras flipar con la voz de Sandra, salimos con ella a cantar Pour que tu m´aimes encore
Llegan Lia, Erika y Marta para despedirse.
De madrugada, Sandra, Luis, Tiago, Deo y yo nos vamos a la playa con vino de gasolinera a tocar la guitarra. Tras grandes momentos de garbage music (pero muy muy grandes: Lola a la bolsa de plastico!!! ueeee) llega el momento de irse a casa para recoger a Nidia que viene en nuestro vuelo y salir para el aeropuerto. 
Fin del carnaval.
Vuelta a casa aún con la versión de Dul N Nouk White del fado de Amalia Rodrigues Gaivota.

POST-BUCLE


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Bucle 0, Compañeras de piso 2

Estaba yo sentada en el sofá descojonándome con de las Princesas de barrio cuando me vino a la cabeza a la única persona en el mundo que estaría viéndolo.

"Loqui, qué me dices de las princesas? Ni los nini en sálvame, eh?"

No me equivocaba, María, confirmaba mis sospechas: 

"Buaaa, sabía que tú también lo estarías viendo" 

Al otro lado del ordenador, otra licenciada en paro más, cenando tabaco y telebasura.

En dos segundos, a través de facebook, msn, hotmail, skype y sumadre.com, nos habíamos puesto al día de las escasas novedades en nuestras vidas. Escasas en mi caso. 
María se debatía entre sonrisas y lágrimas al decirme que había pasado a la fase 2: Postbucle, sin alcohol.


Post-bucle, porque Mr Paz Interior ha pasado a mejor vida (metafóricamente hablando) y sin alcohol, porque la muchacha lo tiene prohibido por un tiempo.

Tras el combinado Mr Paz Interior y Kikifriend durante el verano, se decantó por el primero en un paseo por las nubes de la monogamia. Después pasaría lo inevitable, con la incompatibilidad llamando a las puertas del amor, llegaba la vuelta a la realidad. Haciendo un ejercicio de madurez han decidido, de mutuo acuerdo, dejarlo ¿definitivamente?

Minha querida, bienvenida a "la tentación vive arriba, abajo y en la aldea global (las tecnologías no ayudan)". Habremos salido del bucle, ahora sólo nos queda mantenernos alejadas de él.

DESVIACIONES SOCIALES


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Mira que me lo tienen dicho: "ten cuidado con los extraños" y "ponte siempre muda limpia, mira que si tienes un accidente..."
Pero con los años me he dado cuenta de que es inevitable: llevo un imán de perturbados insertado en mí. 

Esa es la única explicación plausible a los extraños acontecimientos y encuentros en la tercera fase que he vivido.Ya no son sólo los repugnantes perturbados convencionales sino que estoy hablando de extrañas desviaciones sociales dignas de un especial Cuarto Milenio.

¿Qué si no, va a impulsar a un señor a preguntar la hora con los pantalones bajados?
Y ahí estábamos, mi miopía y yo rebuscando el móvil sin advertir nada extraño hasta que un "Pero, Lola, ¿qué haces?" de alguna amiga me dió de bruces con la realidad y el más profundo surrealismo.

O ¿qué movió a ese amable borracho a preguntarnos a pleno grito y en silencio si queríamos pelea, y tras la respuesta negativa proceder a abrazarnos uno a uno?

Seguramente sea el mismo tipo de perturbación que la de aquel tipo gordo que jamás en su vida se había cortado las uñas de los pies a preguntarnos con voz de fraggle rock: "hotel? sí? yo pagar?"
Vale que éramos 4 chicas jugando a las cartas a las 5 de la mañana en medio de una plaza en París, pero en serio, replanteate tu método de seducción con semejantes mejillones y persuasiva voz.

Mucho mejor aquel tipo sin dientes que afirmó literalmente que "teníamos tres bujeros y nos chuparría el culo aunque estuvierra susio".

Puede que el primer encuentro resultara algo escalofriante pero cuando durante un viaje por Europa te va asaltando todo un elenco de personajes perturbados que no podrían ser gestados en los sueños más perversos y desviados del Señor Q. Tarantino ya te pones a reflexionar sobre el lado divertido del asunto.

Y cuando ya parece que nada puede sorprenderte, estás en medio de Ljubljana haciendo un concurso de eructos con la misma camiseta que llevabas hace 3 días comiendo nocilla viky con el dedo y se te planta un señor al lado haciendo gala de su perturbación.

Me apuesto mi inexistente fortuna a que a Durkheim no le pasaban estas cosas. Con un poco de suerte el imán no lo llevo yo sino otra cualquiera. Cruzo los dedos, que yo ya tengo suficiente con ser un blanco perfecto  para las heces de paloma.




MITOS Y LEYENDAS


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A mi madre le pasa con las zanahorias y los escritores suecos de misterio. Y a mi con los personajes históricos: se llama obsesión. (no es amor, no es amor. Perdón, es inevitable.)
No os vayais a creer que es con todos. Colón, Felipe II o Trostky me producen la misma inquietud que el número de consonantes repetidas en la palabra Massachussetts.
Soy tan adicta a Sissi, Ana Bolena y Elvis como a las series americanas de gente guapa y rica o a las películas de fin de semana de antena 3.

Biografías, pelis y datos absurdos: Ana Bolena tenía 6 dedos, Sissi estaba enamorada de Madeira, Corfú y Hungría y Elvis nació en Tupelo, Mississipi (¿cuántas s? ¿cuántas p?)...Así se manifiesta mi mitomanía sana curiosidad. 
Podría ser peor, conozco a un portorriqueño llamado Elvis, porque su madre compartía obsesión conmigo. O lo que es más espeluznante, una chica llamada Arwen por la elfa del Señor de los Anillos y su hermano, Brian por La vida de idem.
(También conozco a un señor llamado Sandalio pero ese es otro cantar).

Hace unos días, me vi obligada a responder una serie de preguntas en la absurda aplicación de Facebook para averiguar quién afirmaba tan tajantemente que alguna vez me había hurgado la nariz en público. Respondí dos preguntas sobre Elvis. Que ayer me escribía un mensaje diciendo que se había acordado de mí viendo La mujer pantera. 
Suena más insinuante de lo que es. 

Conocí a Elvis en Nueva York. Vivía de alquiler en la casa en la que yo me alojé un verano. Compartíamos chaladuras varias bajo la luna, rodeados por el humo de nuestros cigarros y alumbrados por las luciérnagas de Queens. 
Suena mucho más insinuante de lo que fue.
Yo no albergaba ningún tipo de sentimiento hacia él, y sinceramente, desconozco si él lo albergaba hacia mí.
Tras negarle tres citas, finalmente fuimos juntos a ver Qué verde era mi valle en Briant´s Park.
De ahí que se acuerde de mí por una película, ahora bien, lo de la mujer pantera escapa a mi entendimiento.

Puede que mi tendencia mitómana me afecte a la hora de encumbrar a la gente en pedestales pero jamás afectará a la denominación de mis retoños. Si mis perros acaban llamándose Pricilla Presley o Chandler tampoco es tan grave, ¿no?
Empieza la tercera película de antena 3.

CONCEPTOS BAJO UNA PALMERA


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De habérnoslo propuesto Paz y yo habríamos podido desbancar a Helen Fisher en su monopolio sobre las teorías de las relaciones. Quizá habríamos conseguido ser entrevistadas por Punset y así podría haberle suplicado que me librara de la obsesión que él mismo me inculcó, de buscar mis dos mentiras diarias.
Por lo visto, todos decimos al menos dos mentiras a lo largo del día, y dedico mis tardes-noches a buscarlas...parto de la base de que sé que soy una mentirosa compulsiva, pero me asusta descubrir cada día las absurdas historias que han salido de mi boca: desde normalidades del tipo "no puedo ir estoy enferma" hasta subnormalidades como decirle a mi depiladora que me voy a vivir a Cuba. 
¡Es su culpa por tratar de deducir las razones que me llevan a la tortura! "¿Tienes novio?" "¿Te vas de vacaciones?"
"¿Puedes mantener la boca cerrada mientras me produces un dolor indescriptible en partes de mi cuerpo que ni siquiera he visto?

En fin, como decía, a lo largo de nuestras tardes de ocio enunciamos diversas teorías sin utilidad aparente, pero bueno a John Gray le publicaron sus sonoras chorradas sobre venusinas y marcianos.
Eramos felices situando todo tipo de relaciones en nuestra escalera del amor u amorómetro: 

amistad/cariño-poner-picar-molar-gustar-querer-estar enamorado

Sin embargo, nosotras, éramos conscientes del carácter inútil de nuestros hallazgos más allá de las risas bajo una palmera. Pero ahí está Johnn Gray con sus gomas elásticas y sus "las venusinas quieren ser escuchadas" o "no se debe presionar a los marcianos" como si hubiese descubierto la pólvora.
La goma elástica consiste poco más o menos en dejar espacio para que el tipo en cuestión vuelva a ti como un resorte. No está mal la idea, lo que me revienta de Mr Gray es que no parece que de lugar a excepciones. Su libro y sus teorías no contemplan la existencia de venusinos o marcianas. Y a Escarlata pongo por testigo de que haberlos haylos. 
Por lo menos Helen Fisher tiene un escáner en el que comprobar sus cosillas.

Nosotras no, a pelo, en la base de la sociología, por repetición de casos: si nos pasa a ambas puede que sea universal.
-¿Por qué nos gustan los tíos feos?
-Bueno, no son del todo feos, no?
-Tienes razón, son...de belleza rebuscada.
Así nació el término que describe a todos esos narigudos por los que ambas tenemos debilidad.

-¿Por qué todos los que te gustan son calvos?
-¿Todos?
-Casi
-Tienes una pauta.
-Yo pensé que mi pauta era que son baloncestistas.
-No, calvos. La mía son narigudos guapos rebuscados.
-Alaa, ¿por qué tú siempre tienes más suerte Paz?.
Así nacieron las pautas, buscadlas porque todos tenemos, como dos mentiras al final del día.