LA PICADURA DE LA COBRA GAY
21.de
Desvaríos de una antropóloga frustrada, aventuras de un aquelarre y desventuras de un sanedrín... como la vida misma: impar.
Etiquetas: chicos, hombres, machos, parejas, tíos
Si Adriana Lima puede pedir conocer al Dalai Lama ¿por qué yo no puedo pedir conocer a alguien que merezca mínimamente la pena? Claaaro, el sempiterno 'no te toca'. Pues no me tocó hace años cuando llevaba otros tantos a dos velas y me sigue sin tocar ahora que colecciono cirios pascuales. ¿Por qué siempre es el turno de Mengana, amasadora de hilos o de Fulana que siempre fue un poco suelta? No es justo.
Y no hablo de un erasmus-italiano-llamado-Antonio cualquiera que trate de rodearme la cintura mientras me saluda por primera vez en su vida o de un Larry-neoyorquino-de-50 años-casado-con-Susana-de-Guadalajara que trague toneladas de saliva cuando le digo que tengo 16 años (¡¡y se lo cree!!). Hablo de alguien.
Lo dicho. Si Adriana Lima puede pedir conocer al Dalai Lama, yo me puedo pedir lo que me de la gana. ¿Qué pasa que cómo está buena puede pedir lo que sea? Bueno, pues yo empiezo por pedir algo de buenorridad que está muy mal repartida y se ve que con eso se llega a todas partes. Y de segundo, tiempo. Para aporrear teclas para mis dos lectores contados o para tirarme a la bartola. (interprétese como se quiera) De postre, viajar. Y como yo siempre he sido de digestivos, cambio el licor de café habitual por fuerza para mis arpías que, ya que acabamos el año adentrándonos en la boca del lobo, podamos ver la luz con nuevo ganado. No se quién nos cargó las copas con 'fenómeno EX' o quién nos imantó los abrigos al pasado pero... basta ya de tanta tontería.
Etiquetas: año nuevo, bar, buenorras, ligar, parejas, soltera